
El Salvador inicia hoy la nueva normalidad y comienzan las actividades económicas, luego de cinco meses de confinamiento y acuerdo y descuerdo con las entidades de gobierno.
Ayer concluyó la prórroga dada por la Sala de lo Constitucional a la vigencia del decreto ejecutivo 32 del ramo de Salud y ante la falta de acuerdos entre los Órganos Ejecutivo y Legislativo para aprobar una ley de reapertura gradual y ordenada de la economía.
La reapertura llega en medio de la reducción de casos, pero el Ministerio de Salud ha advertido que si no se cumplen las reglas, los contagios podrían incrementarse, como ha ocurrido en muchos países de la región y el mundo.
Abrir la económica conlleva, entre otras actividades, el reinicio de la circulación del transporte colectivo de pasajeros, servicio para comer en los restaurantes y cafetines, la industria del plástico, papel y calzado; las ópticas, salones de belleza, los call center, gimnasios, los bienes raíces, iglesias y lugares de culto, las labores del sector público, el comercio informal y los centros comerciales.